La osteocondritis de astrágalo o lesión osteocondral de tobillo es una afección presente en una articulación muy importante y con muchas exigencias sobre sí. No en vano, los tobillos sostienen nuestro cuerpo y actúan de amortiguador frente a impactos junto a otras articulaciones del tren inferior.
Por eso mismo, la osteocondritis de astrágalo de tobillo es una lesión que puede causar molestias e impedimentos a tal nivel que no podamos desarrollar nuestro día a día con normalidad.
¿En qué consiste la osteocondritis de astrágalo?
Las lesiones osteocondrales, osteocondritis o fracturas osteocondrales son lesiones y desgastes producidos en el astrágalo. Este es un pequeño hueso situado en el tobillo que permite el movimiento y coordinación en los pies.
La osteocondritis de astrágalo, o LOA por sus siglas, supone que se produzcan daños en ese hueso, generando problemas en él y alrededor, tales como úlceras en el cartílago.
Síntomas de la fractura osteocondral de tobillo
Puede darse el caso de que la osteocondritis de astrágalo se produzca a causa de una lesión traumática o traumatismos repetidos, como esguinces de tobillo de carácter medio o leve.
Normalmente, el dolor y la hinchazón pueden ser síntomas visibles de esta afección. Otros síntomas presentes pueden ser el bloqueo o la inestabilidad del propio tobillo respecto al otro.
Claro está, después de una lesión de tobillo como un esguince es normal que se perciba dolor e hinchazón. Sin embargo, con el paso del tiempo y siguiendo una atención adecuada, este estado mejorará. Si a pesar de haber realizado una rehabilitación adecuada el dolor persiste, se puede plantear que exista una fractura en el astrágalo.
Además del dolor, el bloqueo al mover el tobillo puede indicar que exista una osteocondritis o incluso una pieza ósea fuera del cartílago dentro de la propia articulación.
Grupos de riesgo de la osteocondritis de astrágalo
La mayoría de estas lesiones ocurren durante un traumatismo en el tobillo (como un esguince) y no en el desgaste diario.
Cuando se da un esguince, el tobillo se “mete hacia adentro”, por lo que choca con la tibia y el peroné. Eso genera una presión tremenda y repentina en el astrágalo, tanto que puede llegar a quebrarse, moverse o debilitarse, así como generar efecto astilla.
Por eso mismo, esta es una lesión muy común en deportistas que realizan ejercicios de impacto tales como el salto de altura, el baloncesto o el tenis, donde se requiere un estado óptimo del tobillo por la presión que va a recibir.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de este tipo de lesión?
Normalmente, el mismo paciente suele comunicar al traumatólogo, experto en este tipo de lesiones, que presenta alguno o varios de los síntomas que hemos comentado arriba.
Hecho esto, el profesional consultará el historial médico del paciente para evaluar posibles problemas anteriores en el tobillo.
También se realizará un examen físico para evaluar y confirmar sospechas de lesión.
Aunque a veces se pueda enviar al paciente a que se haga una radiografía, los métodos más eficaces de evaluación suelen ser la resonancia magnética (RM) o la tomografía computerizada (TC).
¿Cual es el tratamiento de la osteocondritis de astrágalo en el tobillo?
Una vez que el traumatólogo o cirujano ortopédico tenga los datos suficientes para evaluar el estado de la lesión, podrá seguir dos tratamientos: por un lado el operatorio, en casos más delicados o complejos, y por otro uno que no requiera intervención quirúrgica.
El tratamiento no operatorio implica, a rasgos generales, inmovilizar la pierna con yeso u otro elemento y limitar la función de ese pie como soporte.
Normalmente, esto viene acompañado de la aplicación de corticoides, antiinflamatorios y analgésicos. Este tratamiento farmacológico suele ir unido a una serie de ejercicios de fisioterapia.
La finalidad del tratamiento no quirúrgico es que el cartílago y el hueso cicatricen solos.
Existe otro tipo de lesión, dependiendo de sus características o complejidad, que es mejor tratar en el quirófano directamente. El objetivo de las intervenciones suelen ser restablecer la forma normal del astrágalo y su superficie de deslizamiento con el objetivo de recuperar el mecanismo normal.
Con esta intervención se persigue reducir la sintomatología y el riesgo de artrosis a medio y largo plazo.
En cuanto al método de cirugía, uno de los más usados en ciertas lesiones de osteocondritis es la artroscopia. Este tratamiento, mínimamente invasivo, busca reparar el daño en el hueso y la articulación sin generar demasiadas molestias en el posoperatorio.
Posoperatorio de la operación de la fractura osteocondral
Las lesiones articulares tienen un período de recuperación variable, de semanas o meses, en función de la complejidad del tratamiento. Sin embargo, normalmente las recomendaciones son inmovilizar y no apoyarse en la pierna a tratar.